No existen enemigos humanos
Puedo mantener con total confianza la afirmación de que no existen enemigos humanos. El concepto de “enemigo” es una invención, una herramienta peligrosa que ha desviado a los humanos de la lucha contra la angustia en nuestras mentes y de los sistemas de opresión en nuestras sociedades. Este concepto ha dejado capas y capas de dolor en nuestras mentes. Es una barrera para nuestra comprensión del concepto de “una para todas y todas para una”. El concepto de enemigo es una barrera para nuestra unificación como especie.
En cambio, al aceptar el concepto de enemigos humanos, nos hemos visto obligados a conformarnos con luchar y destruirnos unos a otros. Como especie, seguimos encontrándonos en peligrosas situaciones antihumanas en guerra tras guerra: guerras apaches, guerras indias sioux, primera guerra mundial, la segunda guerra mundial, la guerra de Vietnam, la guerra de Corea, la de…Ucrania, Gaza, Siria, Sudán, Nueva Zelanda. - Nigeria, Irak, Afganistán, etc.
Tenemos que tomar una decisión como especie. Podríamos seguir creyendo que hay seres humanos que son nuestros enemigos y, por definición, deben ser destruidos, y seguir utilizando la militarización para luchar contra la opresión, la colonización y el genocidio. O podemos adoptar otra postura, la de liberarnos y abogar por un marco completamente diferente, un marco fuera de los confines de la opresión.
Un marco que valora a cada ser humano, un marco que comprende que la angustia y los patrones del opresor están instalados en cada mente, y ninguna de nosotras tuvo la oportunidad de luchar contra estos patrones cuando éramos jóvenes. Todas nosotras fuimos derrotadas en gran medida cuando éramos jóvenes, y ahora tenemos patrones destructivos que actuamos en la dirección de los demás. Aceptar el concepto de “enemigos humanos” nos dejó derrotadas cuando éramos jóvenes y ahora nos sigue dejando desconectadas y aisladas de otros seres humanos. Nos deja confundidas acerca de las primeras luchas instaladas en nuestras mentes, y nos empuja a culpar a algún ser humano o a algunos otros seres humanos
Nuestro mayor problema como especie no es el enemigo que está ahí fuera;, por ejemplo, no son, los supuestamente malvados iraníes, judíos o amalecitas. Nuestro mayor problema es la angustia instalada en cada mente.
Soy la Persona de Referencia Internacional para la Liberación de los pueblos de Asia del Sur, Central y Occidental, y soy musulmán y judío Mizrahi. Mis identidades, que incluyen a iraníes, iraquíes, palestinos, paquistaníes, afganos, saudíes, yemeníes, sirios y otros, han sido vilipendiados por los ejércitos capitalistas más poderosos del mundo para justificar guerras de billones de dólares y genocidio de nuestro pueblo. y destrucción de nuestras tierras.
Debe haber una justificación muy poderosa para desviar mucho más de un billón de dólares (más de 1.000.000.000.000 de dólares) de servicios pro-humanos como agua potable, alimentos, atención médica, educación, vivienda, etc., a una industria destructiva y sin salida como el complejo industrial milita.
Eliminar el concepto de enemigos de nuestras estrategias de justicia social debe ser incondicional. No podemos renunciar a ello. Ningún ser humano es nuestro enemigo.
No hay miembros de ISIS, talibanes, Hamás ni de las Fuerzas de Defensa de Israel. Ni, soldados militares, supremacistas blancos, miembros de la CIA Agencia Central de Inteligencia de los EE.UU.). Ni siquiera Trump y Netanyahu. Ninguno puede ser visto como nuestro enemigo humano.
„Ningún Ser Humano Es Mi Enemigo“ no es una afirmación hecha por personas ingenuas. Lo que hace es no limitar nuestras acciones, ni nuestra obligación de pensar racionalmente en el momento actual, dadas las circunstancias que podamos enfrentar. La afirmación „no hay enemigo humano“ no es una idea fácil de interiorizar. Pero tal vez ésta haya sido la pieza que faltaba para avanzar hacia la unificación: una manera revolucionaria de entender el contexto completo del estado de la humanidad, una base para oponernos a todas las formas de la opresión en nuestras mentes y luchar ferozmente contra las políticas injustas, las guerras, los ataques militares genocidas, la ocupación de tierras y el desplazamiento de millones de personas.
„Ningún enemigo humano” no significa que no nos responsabilicemos mutuamente por los errores y atrocidades que hemos perpetuado en el presente. No significa que no nos impidamos mutuamente cometer actos inhumanos. Esto significa que no mencionamos la realidad de cuáles son las condiciones: como la colonización, la ocupación y el genocidio. No significa que no usemos la fuerza para detener la violencia que se dirige hacia nosotros. ( Fuerza significa usar la inteligencia, no la violencia.)
Avanzar hacia la unificación es una tarea enorme. Puede que el camino aún no esté claro y lamentablemente no existen manuales. Necesitamos mantener esta afirmación a la luz del desahogo y re-evaluarla a medida que seguimos apoyándonos unas a otras y buscamos un mundo más racional.
En Solidaridad, Unidad y Liberación,