Hombres que luchan por sí mismos
De una charla de Tim Jackins en el Taller para las Mujeres y Hombres Líderes, en Washington, D.C., EE.UU., octubre del 2017
Uno de nuestros objetivos es averiguar qué significa realmente ser una persona aliada. En mi mente significa estar comprometida con la liberación de alguien en la medida en que no olvido que ellas son de importancia central para mí, sin importar lo que sean mis o sus re-estimulaciones. Puedo decidir hacer eso y colocarlas en mi vida[comprometerme con ellas], considerar que el trabajo de liberarlas es tan importante como el trabajo que hago para liberarme a mí misma.
Ser aliadas significa que tenemos que dejar de atender a las re-estimulaciones: en primer lugar las nuestras, y en segundo lugar las de ellas. No creo que haya otra opción, y no creo que podamos esperar mucho tiempo para hacerlo.
En RC siempre hemos dicho que los grupos necesitan hacer su trabajo de liberación al principio por separado y después en algún momento juntarse. Todavía no somos capaces de unirnos como hombres y mujeres. No es que no lo hayamos intentado. Sólo que no hemos sabido cómo hacerlo. Veremos si se nos ocurre algo más.
CÓMO EL SEXISMO LIMITA LA VIDA DE LOS HOMBRES
Esta mañana quiero que veamos lo que la dominación masculina y el sexismo -no sólo las cosas voluminosas, sino también las que afectan a nuestras vidas cotidianas- nos han hecho como hombres. Quiero que primero veamos lo que el sexismo no nos permitió tener en nuestras vidas, lo que no nos permitió ser. A todos nosotros se nos dijo de mil maneras diferentes que éramos varones y que por lo tanto había toda una colección de maneras en las que debíamos ser, cosas a las que debíamos aspirar o evitar, y así sucesivamente. Nos describieron a través de las angustias de la sociedad. Nuestro camino estaba trazado frente a nosotros: qué y quién nos podía importar, cuánto podíamos demostrar que nos importaba, qué podíamos pensar, qué podíamos intentar en nuestras vidas. Nos esforzamos por tener éxito en las direcciones dictadas, y sólo nos rebelamos en secreto, o nos dimos por vencidos y nos pusimos en camino en una dirección abiertamente rebelde, tratando de entender las cosas.
¿Quién has sido? ¿Cómo ha sido tu vida? Las cosas fueron un tanto diferentes para cada uno de nosotros. Venimos de diferentes grupos étnicos, países, subculturas, clases, historias familiares, etc. Por ejemplo, ¿cuántas niñas y niños había en tu familia? Eso marcó la diferencia. Muchas cosas nos preparan para experimentar la vida de una manera un tanto diferente.
Pero la dominación masculina y el sexismo no fueron anulados por ninguna de nuestras condiciones. Nuestras sociedades usaron la opresión para infligirnos angustia de maneras ligeramente diferentes, pero ninguna de nuestras condiciones nos salvó de ser vulnerables a ella.
Quiero que veamos la oportunidad que no tuvimos de ser. Podemos tratar de recordar lo que queríamos desde el principio y cómo nos lo quitaron. Podemos poner nuestras mentes allí y pensar en cómo debe haber sido, incluyendo todas las extrañas rigideces con que las que la gente actuó.
Ahora, sois hombres. Ahhh. Bueno, no estoy seguro de qué tono usar. Se me ha pasado por la cabeza decir que estoy contento de que estés aquí. Pensé en usar la palabra “encantado”.¿No?........(risas) ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que te alegraste? Bueno, ha pasado un tiempo para mí. (risas).
Encantado. No podría decirlo de la manera en que me gustaría decírtelo . No pude, y eso es parte de lo que nos pasó. Una cierta parte de estar vivo y mostrarlo fue arrancada muy temprano de casi todos los niños. Así que no pude usar esa palabra. No podía usarla y hacer que sonara como yo quería. No me gusta el hecho de que parte de estar vivo te lo hayan quitado. No me gusta que te lo hayan quitado.
RESURGIENDO DE NUEVO
Como Participantes somos bastante deficientes, especialmente cuando estamos trabajando en esta angustia. Lo hacemos , ya sabes, con pinzas. Está “ahí fuera”. En mi mini-sesión pensé en esas viejas fotos de la gente trabajando con materiales radioactivos a través de los cristales de plomo. Es como nuestra angustia. Está preparada para que no podamos estar allí. Podemos describirla a distancia.
Pero, ¿podemos mostrar cómo fue realmente todo eso? ¿Podemos incluso atrevernos a recordar y sentirnos vivos en ese lugar? Por eso es por lo que tenemos que luchar.
Tenemos que luchar. Estamos tratando de ser un ser humano vivo de nuevo. Eso es parte de nuestro trabajo, y la Co-Escucha es nuestra herramienta. Como con muchas angustias, tenemos que probar las cosas antes de sentir seguridad, antes de sentir que queremos hacerlo, incluso antes de que parezca posible.
Escuché que la sesión física salió bien. En las sesiones de co-escucha física podemos esforzarnos, ser enérgicos y mostrarnos más a nosotros mismos. Parte de lo que nos pasa es que estamos forzados a dejar de intentarlo y a ocultar lo mucho que nos importan las cosas. Muchos de nuestros sentimientos siguen ocultos. Cualquier cosa que nos dé la oportunidad de mostrar y notar los sentimientos largamente ocultos nos recuerda lo que es estar vivos y lo que aún podemos hacer.
Tenemos que desafiar las cosas que nos han paralizado, a pesar de no quererlo, a pesar de sentir que no funcionará, que es imposible. Un segmento creciente de este grupo siente que es demasiado tarde: “Estaré bien, vete. He hecho lo que he podido. Déjame quedarme aquí y no sufrir más de lo que ya sufro”.
Por supuesto, casi todo el sufrimiento que padecemos proviene de las grabaciones de angustia que llevamos encima, y la única forma de salir es enfrentándonos a ellas[confrontarlas y trabajar en ellas]. Se siente como algo fatal e imposible porque entonces fue imposible. Todos nosotros luchamos tan duro como pudimos, durante todo el tiempo que pudimos, y no hubo suficientes recursos. No fue un fracaso personal. Nos pasó a todos. No tienes motivos para culparte.
Tenemos que decidir sentir y mostrar las cosas que han estado fuera de nuestro alcance, que nos han parecido imposibles. La sesión de Co-Escucha física puede ayudarnos a no permanecer pasivos. Nos vimos obligados a actuar de forma tranquila y razonable y a estar dispuestos a comprometernos: “Sí, sí, tienes razón. Estaba siendo irrazonable.”
En las sesiones no tenemos por qué ser razonables. Tenemos que luchar por lo que queremos contra las angustias que nos han paralizado. Estamos luchando contra la irracionalidad. No tenemos que hacer ningún tipo de acomodación o compromiso allí. En las sesiones podemos exigir lo que queremos y luchar por ello. Tenemos que ser capaces de decir: “No me importa. No me importan las consecuencias. No me importa lo que piensen los demás. Esto es sobre mí. Esto es lo que quiero, y es importante. Puede que esté totalmente equivocado, pero aún así importa. Es importante que tenga la oportunidad de luchar por mi mente para que pueda averiguar por mí mismo si tengo razón o no y no tener una sociedad, con todas sus rigideces, que etiquete mi pensamiento como equivocado. Si es un error, puedo averiguarlo”.
Así que aquí en tus sesiones quiero que seas irrazonable. Tu escucha puede reemplazar a la gente en tu pasado con la que tuviste que ser razonable, los que te dominaron para que tuvieras que callarte, los que te obligaron a abandonar tu mente y a que te dejaran abandonado y derrotado. No sé todas las cosas por las que has pasado. Pero sí sé que no tuviste la oportunidad de mantener tu mente totalmente abierta. Ahora tienes que luchar para recuperarla y llorar por lo que te quitaron.
Estas cosas le pasan a todo el mundo. Sin embargo, una versión particular de ellas llega a los hombres debido al papel que se supone que debemos desempeñar en la sociedad. Como todas las expectativas rígidas de la sociedad, no funciona uniformemente bien en todos nosotros. Y en algunos de nosotros funciona demasiado bien. Perdí amigos porque les funcionó muy bien. Lideraron valientemente su escuadrón en Vietnam y fueron volados[destruidos en una explosión] y desaparecieron. Estaban cumpliendo con su papel. Eran los hombres “perfectos”.
UNA PARTE DEL TRABAJO SOBRE EL
SEXISMO Y LA DOMINACIÓN MASCULINA
Así que parte de por qué estamos aquí este fin de semana es para luchar por nosotros mismos. Esta lucha también es parte de otras luchas. El trabajo sobre la opresión de los hombres y el trabajo sobre el sexismo y la dominación masculina no deben hacerse por separado; deben hacerse juntos.
Hagamos una mini-sesión de seis minutos cada uno sobre dónde luchas por ti mismo.
Título original del artículo: “Men Fighting for Themselves”
Publicado en Present Time
Nº 193, octubre del 2018
Traducción: Fermín Porras en Euskal Herria / País Vasco