“Manténganse luchando; las cosas pueden cambiar”
Agradecimientos especiales a Kerri Wall, una aliada excelente, que me ha escuchado con muy buena atención, ayudado a escribir esto en Inglés, y sido un apoyo asombroso para las personas jóvenes.
Hasta el año pasado, había estudiado solamente en escuelas públicas. Pero la fuerte opresión hacia la gente joven era muy difícil de manejar, y decidí dejar el colegio y estar a cargo de mi educación. Quería concentrarme en mi aprendizaje y re-emergencia. No fue un error para mí, porque nosotrxs [x significa a/o/e para integrar varios géneros en una palabra], gente joven, somos interminablemente inteligentes y muy capaces, pero desde la perspectiva del sistema escolar y el gobierno en mi país, esto fue un gran error.
Durante los meses de aprendizaje independiente, intenté decidir si quería terminar la escuela, y si quería ir a la universidad (en Chile la educación media, son los últimos 4 años de colegiatura, de 12, para poder acceder a la educación superior). Realmente luché por decidir qué cresta [la cresta es un modismo chileno que se asemeja a la expresión “qué demonios”] quería hacer después! Tuve muchas sesiones de Co-escucha y finalmente decidí que lo mejor para mí era entrar a una escuela privada donde pudiera estudiar dos años en uno.
Ha sido fácil aprobar todas mis clases [conocido también como asignaturas o ramos], y mostrarles a lxs adultxs en mi nueva escuela la realidad de la gente joven y nuestras capacidades naturales, y la inteligencia innata de todxs lxs humanxs. Al mismo tiempo, esta escuela privada es el sistema opresivo más grande que haya alguna vez tenido que enfrentar, y ha sido impactante y difícil de sobrellevar.
Al principio me mantuve en silencio para “evitar hacer show” como mi mamá dice, pero me di cuenta que esa no es la forma correcta. Me armé de valor y fui a ver al director de la escuela. Le dije que quería terminar este año escolar en Octubre en vez de Diciembre, y cuán opresivo puede ser para nosotrxs, gente joven, trabajar dentro de un sistema en el que no calza nuestra naturaleza humana. También hablé sobre el maltrato sin sentido que recibimos. Por ejemplo, el primer día de clases, cada profesor nos exigía que nos ‘’comportáramos mejor que como lo hacemos usualmente lxs jóvenes’’ porque ‘‘ellos no querían lidiar con delincuentes a través del año’.’
La respuesta del director no fue completamente honesta o precisa cuando empezó a hablar, pero al final estaba escuchando. Luego comenzó a estar de acuerdo con casi todo lo que había dicho. Al término de la reunión me dijo que probablemente me dejaría terminar el año antes de lo usual, y admitió que ir en contra de este sistema es un proceso muy difícil y lento.
Me sentía desesperanzado antes de la reunión, pero después de la charla y de tener una sesión, me pude ver como el ser bueno, cariñoso, preocupado y responsable que era, y que podría cambiar las cosas, es sólo una cosa de tiempo si tienes claras tus convicciones.
Me he comenzado a cuestionar por qué hay tal diferencia entre escuelas públicas y privadas. En Chile, al menos, el clasismo es enorme y está integrado en nuestro sistema de educación. Las personas de clase trabajadora y clase media son empujadas a la periferia de mi ciudad, donde hay un nivel bajo de acceso al conocimiento y a la educación. Esta situación hace que jóvenes viajen largas distancias para llegar a supuestamente mejores escuelas.
Desde mi experiencia, como un joven clase trabajadora, puedo firmemente decir que puedes estudiar lo que sea que quieras, por cuanto tiempo quieras, si tienes gente apoyándote y principalmente si estás desahogando cada re-estimulación o situación que se presente. Soy prueba de que esto es posible. Lo importante es no creer en las ideas o cuentos de los patrones. Se valiente, y lucha.
¿Cómo están manejando la opresión (especialmente el clasismo) en las escuelas, universidades, trabajos, casas o donde sea que estén invirtiendo su vida? Espero que puedan elegir una buena perspectiva y se mantengan luchando; las cosas pueden cambiar.
Sinceramente, con muchos abrazos, fuerza, y amor,
Puente Alto, Santiago, Chile
(Present Time 185, October 2016)