Una charla para gente blanca sobre el racismo
Impartida por Tim Jackins, en el Taller de Líderes de la Costa Este de Estados Unidos, Diciembre de 2010
Las angustias que llamamos racismo llevan tanto tiempo con nosotras y nuestros ascendientes que continúan confundiéndonos a pesar de nuestras decisiones, de nuestro mejor pensamiento y nuestro trabajo. Simplemente, sigue siendo difícil- pero no es imposible; va mejorando.
No quiere decir que algo vital falte o vaya mal. Sabemos lo suficiente y tenemos una perspectiva suficientemente buena. Nos gustaría comprender para, automáticamente, deshacer todo. Desearíamos que una vez que hemos entendido el racismo, una vez que lo hemos aclarado, la comprensión se ocupara de él, pero no lo hace. Básicamente, necesitamos seguir trabajando para deshacer nuestras confusiones, para desahogar todas las angustias que tenemos al respecto.
Tenemos una bastante buena comprensión teórica del racismo, pero ninguna persona sabe bien lo que le hace a nuestra mente. Luchamos contra las partes que comprendemos. Hacemos esfuerzos. Nos aferramos al modelo de cómo pensamos que puede ser la gente la una con la otra, y lo usamos para guiarnos cuando no podemos ver con claridad lo que deberíamos hacer. Todo esto es maravilloso- y al mismo tiempo no completa el proceso. Necesitamos seguir trabajando en ello. Tenemos que echar un vistazo a todas las pequeñas piezas desencajadas de las angustias racistas que se nos pegan una y otra vez. Eso podría darnos una nueva perspectiva- mientras un pequeño pedazo de realidad se entrevé.
Esta es, exactamente, la manera en que tiene que ir. No hay error. No tenemos que tratarnos con dureza. Sólo lleva tiempo y trabajo, y tenemos que reconocerlo.
El principal problema ha sido resuelto. Comprendemos lo suficiente para que sea posible realizar el trabajo. Durante mucho tiempo el racismo no se comprendía y eso era un problema serio. Ese problema se ha resuelto. Ahora el trabajo puede continuar, y eso va a llevar el tiempo que sea. No podemos ponernos plazos estrictos. Lo que podemos hacer es insistir en que el trabajo progrese. Podemos insistir en utilizar el margen que tenemos donde ya hemos aflojado la cuerda, así como el conocimiento que tenemos para guiarnos en hacer el trabajo sin cesar, e insistir volviendo ahí una y otra vez.
CONSEGUIMOS MIRAR AL RACISMO
Conseguimos mirar al racismo. El racismo se instaló en nosotras, en nuestros ascendientes. No fue instalado por ningún método inteligente, ni por ningún tipo de inteligencia. Es asombroso cuán sólido y eficiente un proceso no inteligente puede resultar. Es terrible. Las sociedades opresivas continúan existiendo debido a estos procesos no inteligentes. Son como la grieta en la acera que es un poco irregular. Es ahí donde se acumula la nieve. Ninguna inteligencia está implicada en el proceso. Hay un defecto, las cosas se acumulan ahí y todo se construye a su alrededor. Las sociedades opresivas tienen la forma que tienen por la retroalimentación que va y viene entre la sociedad opresiva y la manera en que actúan las angustias opresivas.
La inteligencia puede interrumpir estos procesos, incluso sin desahogo. La inteligencia puede interrumpirlos y hacer que las cosas se muevan por una ruta diferente. Podemos escoger no dejarlas crecer. Podemos interrumpirlas y hacer que algo diferente suceda. Cuando hacemos esto, todas las personas involucradas tienen una oportunidad de ver la realidad con más claridad y comprenderla, y eso puede hacer que todo avance.
Tenemos el gran beneficio adicional de, no sólo saber que podemos cambiar la realidad de manera inteligente, sino también comprender el mecanismo que ha causado que las cosas se torcieran tal y como lo han hecho. Comprendemos los patrones de angustia y cómo nos atacan. Comprendemos cómo se propagan y extienden y que pueden confundirnos para siempre. Sabemos cómo librarnos de ellos, que no tenemos que dejar que persistan, que no sólo podemos detenerlos en el presente, sino que podemos deshacer el daño de la confusión, la distorsión de la realidad, del pasado. Podemos deshacer la confusión a través de la que todas nosotras nos seguimos esforzando por ver, mientras intentamos descubrir lo que realmente sucede, quiénes somos en realidad.
Tenemos suerte de estar en un momento central para descifrar el racismo. Sabemos que puede cambiar. Sabemos que tenemos la habilidad y el poder para cambiarlo. Y tenemos buenas herramientas con las que hacerlo.
AYUDA QUE SE NOS RECUERDE
Seguimos perfeccionando nuestras herramientas. La única manera de mejorarlas es usándolas. Nada más puede hacerlo. No podemos sentarnos simplemente y esperar a conseguir una mejor idea. Tenemos que usarlas: descubrir qué es lo que nos permitirá desahogar en áreas particulares, darnos cuenta de que en la práctica funciona, y observar los efectos que tiene en nuestras mentes, cómo se afinan nuestras perspectivas sobre la realidad. Sólo haciendo esto una y otra vez, con mucha gente diferente en muchos contextos diferentes, nuestra perspectiva se ampliará y se aclarará. Eso es lo que conseguimos hacer y lo que podemos hacer.
Vosotras, vosotros lo sabéis. Asentís porque oírmelo decir, os permite volver a pensar en ello. Puede haber habido un lapsus cuando no pensasteis en ello durante algún tiempo. Nos ayuda que se nos recuerde lo que ya sabemos que es verdad. Los fallos de memoria suceden cuando nos arrastran nuestras re-estimulaciones y olvidamos las herramientas y la comprensión que hemos desarrollado. Olvidamos de lo que son capaces. Paramos de trabajar. Volvemos a la confusión de las grabaciones de angustia antiguas, grabaciones de desánimo, de haber nacido en un ambiente completamente impregnado de angustia en el que no pudimos recurrir a nadie que tuviera conciencia de lo que nos estaba pasando.
NUESTRAS ANGUSTIAS SON EL PROBLEMA
La vida no tiene por qué ser algo siempre fácil, y que se sienta maravillosa. No tiene que ser perfecta en el sentido habitual. La realidad es maravillosa, e incluye todas las cosas duras y horribles que suceden, y todos los retos. Ahora es lo mejor que nunca ha sido. Y hay un montón de retos.
Lo que principalmente está mal es que nuestras angustias nos mantienen lejos de la realidad. Nos parece que nuestras angustias respecto al racismo no se mueven. No podemos apreciar que el racismo está perdiendo fuerza en nuestras Comunidades y en las mentes de las personas que nos importan. Sin embargo, las cosas a nuestro alrededor han cambiado. El racismo en el mundo se ha movido muchísimo desde que nacimos. Hay una gran cantidad de trabajo aún por hacer, pero a nuestro desánimo le parece como si nada hubiera sucedido. Deseamos que sea rápido: “Si lo comprendemos, debería desaparecer. No soporto ver esas angustias en mí. No soporto enfrentar esos retos”. Aquí están la desesperanza y la confusión surgiendo de nuevo. Comprendemos teóricamente, pero todavía nos confundimos cuando miramos lo suficientemente de cerca como para darnos cuenta de nuestras angustias.
HEMOS GANADO
Así que dejad que os recuerde que estamos ganando y que, en un sentido importante, hemos ganado. Hemos ganado en el sentido de que se ha determinado la dirección de nuestra especie respecto a este tema. Se ha decidido. El racismo no será, de ninguna manera, aceptable ni será extendido otra vez en el mundo. Todavía existe. Todavía nos confunde. Hay lugares donde es muy duro. Y todo eso. No obstante, la comprensión de lo que es, de por qué no tiene sentido y por qué debe terminarse está bien establecida y no puede perderse. No se puede perder en este momento. Así que hemos ganado. Está claro que el racismo dejará de ser un mal para nuestra especie.
Tenemos mucho trabajo por hacer y eso está bien. Tenemos mucho trabajo que hacer para que el racismo termine, especialmente en nuestras cabezas. Pero la cuestión de si eso va a suceder o no ya tiene respuesta, y eso es algo nuevo. Creo que es algo en lo que hemos jugado algún papel. Nuestra intención, nuestra persistencia y nuestra insistencia intentando cosas, aunque todavía estemos combatiendo nuestras propias confusiones, han cambiado las cosas.
DISFRUTAR DE LA LUCHA
Así que ahora la lucha consiste en limpiar esta vieja irracionalidad. No es una cuestión desesperada de si podemos hacerlo o no antes de que la irracionalidad empeore tanto que destruya la especie. Eso no va a suceder. Pero ¿cómo hacer que las cosas se muevan más deprisa? ¿Cómo podemos disfrutar de esta lucha para que las cosas salgan bien? En general no hemos disfrutado de la lucha. Hemos ganado pero todavía no disfrutamos de la lucha. De alguna manera todavía nos creemos daños del pasado. No quiere decir que en el presente no haya dureza. La hay, y mucha. Pero también está la dureza del pasado y todavía estamos inmóviles en esa perspectiva.
El único punto fijo en toda la realidad es la angustia que no se está desahogando. Es lo único que no se mueve. Todo lo demás en el universo evoluciona. (Risas) Sabemos que podemos hacer que las angustias cambien, pero significa enfrentarnos a la pesadez. Tendremos que decidir cambiar de perspectiva. Tendremos que usar nuestras mentes contra las angustias y no simplemente volver a las mismas luchas con los mismos sentimientos y perspectivas.
No hacemos este trabajo sintiéndonos felices, pero debería ser así. Mirad lo que conseguimos hacer. Conseguimos hacer cosas que la gente ha intentado durante siglos, con gran dedicación, obteniendo sólo pequeños éxitos. No somos del todo capaces de hacer la transición que va desde una forma de luchar -entregada pero rígida- contra el objeto inamovible, hacia el reto -en movimiento, vivo y placentero- que supone terminar con una irracionalidad que está en declive.
Podemos hacer este trabajo sistemáticamente, en vez de sólo ocasionalmente cuando nos sentimos lo suficientemente mal. Podemos decidir hacerlo con felicidad por nosotras mismas, por la gente que nos importa y también en pro de nuestros objetivos a mayor escala.
Las angustias se movilizan mejor cuando no estamos enfadadas con nosotras mismas respecto a ellas. ¿Cuán efectivas vamos a ser para terminar con el racismo cuando no estemos enfadadas con él? Cuando podamos andar por ahí, pensando realmente sobre ello, contentas con la gente que aún está confundida por el racismo, sin importarnos lo que les haya sucedido o cuán confundidas estén y podamos confiar en que el racismo va a desaparecer. Esta última es una mejor posición desde la que trabajar. Es una posición irresistible. Todo el mundo está buscando una salida al lugar dónde está atrapado. Todo el mundo está esperando a alguien que esté de su lado, a una persona que se muestre satisfecha de que existe y que sea capaz de distinguirla de sus angustias.
Sabemos esto teóricamente y, a menudo, lo tenemos presente en nuestras mentes, pero lo pasamos mal mostrándolo en la práctica. Hay cosas que quiero que probéis en esta dirección, en minis y en la sesión que haremos después de este encuentro. Quiero que os atreváis a pensar que hemos ganado, que estamos felices haciendo el trabajo de limpieza después de la gran lucha, que podríais ser felices con cualquier persona en el mundo y que cualquier persona podría ser feliz contigo- no sólo más allá de las fronteras dibujadas por el racismo, que os separan de la gente que es objetivo del racismo, sino más allá de las fronteras que el racismo ha dibujado y que nos separan a las personas blancas unas de otras y nos hace ponernos a la defensiva, asustarnos y desconfiar las unas de las otras – especialmente de la gente que muestra nuestras propias angustias, pero de modo más potente. (Risas) Eso nos asusta y hace imposible que nos gusten. Estamos demasiado asustadas, asustados para que nos gusten aunque son justo como nosotras.
Prueba a hacer sesiones desde estas perspectivas. También puedes observar lo duro que es el racismo en tu vida. Salte del lugar donde te quedaste atrapada en un papel en particular y mira con que dureza te ha tratado el racismo. ¿Cómo ha deformado el racismo la vida que querías tener? ¿Cómo te asusta? Deja de condenarte a ti misma y mira el efecto que te causó.
PUEDES ESTAR SATISFECHA
Necesitas sentirte satisfecha de estar en la posición en la que estás. Has hecho el trabajo de terminar con el racismo. Has sido una parte importante de hacerlo avanzar. Ha sucedido gracias a tu mente. Has sido importante y tienes razón para estar satisfecho con lo que has hecho. No es sólo las demás personas. Eres tú. Para comprender completamente lo que hemos hecho, tienes que comprender esto sobre ti misma, sobre ti mismo, individualmente. Has seguido aquí, a pesar de las confusiones. Te has acercado a la gente. Has trabajado sobre el racismo. No has dejado que tus angustias te hicieran huir.
Te has quedado y has hecho todos los pequeños esfuerzos a tu alcance y eso es lo que nos ha permitido movernos hacia delante. No ha sido un milagro hecho por una o dos personas en algún lugar. Hemos hecho esto porque tú lo has hecho. Eso es lo que ha dirigido el trabajo y necesitas luchar para meterte eso en la cabeza. No es otra persona la que lo ha hecho- eres tú. Cada vez que tu material diga” Si, pero...ya, pero...” tienes que retarlo y acallarlo, literalmente acallarlo. Tienes que atribuirte los méritos. Tienes que decir, “Fui yo. Hice que esto sucediera. Fui parte de esto.” Es tuyo. No hubiera sucedido sin ti, no podría haber sucedido sin ti.
Tenéis que asumir que tengo razón. (Risas) Sería útil que aceptarais mi evaluación de la situación. Será más útil cuando lleguéis ahí por vuestra propia cuenta. Pero allí donde tenemos dificultades, podemos buscar la mejor perspectiva y adoptarla como una aproximación de la que estamos desarrollando La podemos usar para avanzar y desecharla cuando la nuestra esté en mejores condiciones.
Necesitamos avanzar en esto. Tenemos que dilucidar nuevas cosas y no sólo seguir dándole vueltas a esto. El trabajo que ya hemos hecho ha sido importante, pero ha conservado cierto tono que ha resultado duro para todas las personas y ha ocultado el hecho de que las cosas han cambiado. Ese tono ha sido tan confuso que ha distorsionado nuestra imagen de la realidad. Tenemos que cambiar eso.
Traducido por Silvia Abascal
Correcciones por Isabel Flores y Juan Manuel Feito
ESTA TRADUCCIÓN ES UN BORRADOR