Gente blanca desahogando sobre racismo
De una charla de Tim Jackins, en un taller en Países Bajos en Junio del 2006.
Permitirme que hable sobre racismo.
El racismo sigue siendo la opresión que juega un papel clave en el mundo actual. Como todas las opresiones, posibilita la explotación de la gente. En el caso del racismo, eso significa la mayoría de las personas del mundo. El racismo confunde a la gente lo suficiente como para que permitan que la explotación continúe -en los países del Este y en el resto del mundo. El racismo y la explotación están bastante desarrollados en los países del Este y en muchos lugares alrededor del mundo son actuados casi sin restricción. El racismo puede volverse más oculto para la gente de los países desarrollados, pero está muy presente.
Para ser capaces de implicarnos en las luchas en cualquier otra parte del mundo, primero debemos enfrentar las nuestras. Y, como con todas las angustias, tenemos que empezar trabajando dentro de nuestra propia mente. No importa lo malas que sean las angustias en cualquier otro sitio, si tenemos una parte de ellas dentro de nosotras y nosotros, ése es el lugar desde donde comenzar a trabajar.
Crecimos en sociedades racistas. No se nos dio otra opción. Cualquiera que crece en una sociedad racista tiene racismo, de alguna manera, inoculado en él o ella. Tenerlo inoculado en nosotras y nosotros no significa que lo queramos, no significa que estemos de acuerdo con él, ni si quiera que lo actuemos demasiado. Muchas y muchos decidimos intelectualmente oponernos al racismo -protestamos y trabajamos duro para interrumpirlo, y vamos en contra de nuestros miedos para hacer amistad con gente muy diferente a nosotras y nosotros. Éstas son cosas maravillosas. Sí que nos ayudan a no creernos las angustias. Sin embargo, ninguna de ellas hace que nos libremos de las angustias racistas que están en nuestras cabezas.
Cuanta más gente conocemos que son diferentes de nosotros y nosotras, menos creíbles son nuestras angustias sobre ellas. Pero las angustias y los patrones todavía permanecen allí. No es suficiente con actuar correctamente. El hecho es que con nuestras angustias, nosotros y nosotras, personas blancas, no pensamos sistemáticamente bien sobre la gente de color. Aunque nos esforcemos en hacer las cosas correctas todo el tiempo, nuestras angustias entorpecen nuestro pensamiento y pueden hacernos menos conscientes de las personas quienes se le pegan estas angustias. Aunque intentemos lo mejor que podemos, todavía tenemos problemas para ver o pensar lo suficientemente claro sobre la gente de color como para ser exactas.
Algunas y algunos tratamos de asegurarnos de no actuar de forma racista. Intentamos actuar con la gente de color exactamente de la misma manera que actuamos con la gente blanca. Hay dos problemas con esto: (1) no actuamos de forma totalmente humana con otra gente blanca, y (2) la gente de color no es gente blanca. La gente de color ha tenido vidas diferentes a la gente blanca -a menudo, experiencias muy diferentes, entre ellas, incidentes racistas. Como resultado, nuestro actuar como si fueran blancas resulta ser racista. Por nuestras angustias, no estamos pensando lo suficientemente bien para ver claramente a la gente de color.
Para nosotras y nosotros es una cosa difícil de entender. Como persona blanca, puedo actuar algunas angustias hacia ti, otra persona blanca, y podría ser un poco extraño, pero hay una buena probabilidad de que lo extraño esté dentro de los límites que nuestra sociedad tiene como normales. Si yo actúo de la misma manera hacia alguien de herencia asiática o africana, es más probable que esté fuera de tales límites. Es más probable que no tenga que ver con cosas que tenemos en común. Actuar como lo haría hacia una persona blanca puede ser mi intento de controlar mi racismo, pero no funciona bien. Lo que todo el mundo quiere es ser visto o vista como la persona que es. No podemos tomar nuestro comportamiento con una persona o grupo y pensar que funcionará, sin pensar más, en otro lugar.
Quienes tenemos la parte opresora de los patrones racistas a menudo tropezamos de estas maneras. Nuestra intención es apartar nuestro racismo del camino, pero no somos capaces de pensar lo suficientemente bien como para hacerlo. El racismo puede ser actuado con la mejor de las intenciones –tal y como niñas y niños reciben daños de su madre o padre, quienes tienen las mejores intenciones. Las buenas intenciones no sustituyen el pensamiento. Lo que tenemos que afrontar es el hecho de que tenemos material[1] opresor, por mucho que odiemos la idea. Y cualquier material que tengamos nos afecta al menos una parte del tiempo, incluso si solo nos hace ser pasivas y pasivos cuando la situación nos requiere actuar.
Quienes tenemos el lado opresor de los patrones racistas, quienes somos blancas y blancos, necesitamos trabajar sobre racismo para nuestra propio beneficio. El racismo debe terminar para beneficio de todas y todos, incluyendo el nuestro. Porque otras personas son dañadas más abiertamente por el racismo, puede ser difícil ver lo que el final del racismo significaría para nosotras y nosotros, pero se revela como tremendamente importante.
En parte, es simplemente saber que podemos alejarnos completamente del rol de opresor. Hacer esto hará más grande nuestra habilidad de estar en contacto con la mayor parte de las personas del mundo. El racismo también echa a perder nuestras relaciones con otra gente blanca. Es parte de lo que nos mantiene con tanto miedo y separación entre nosotros y nosotras. Se nos hace inseguro estar juntas y juntos. Si sabemos que alguien puede actuar inconsciente e inhumanamente hacia otra persona, no estamos seguras y seguros de que esa persona no actuará de la misma manera hacia nosotras y nosotros. Esto parece ser parte de lo que pasa en la mente de cualquier niña y niño. Parte de lo que nos apartó de confiar en nuestra madre o padre fue ver sus grabaciones racistas.
TRABAJAR SOBRE EL ROL OPRESOR
Hemos trabajado sobre nuestras angustias mayormente desde el rol de oprimidas y oprimidos, de víctimas de la opresión (por ejemplo, como niñas y niños fuimos el blanco de personas adultas). Porque fuimos víctimas en esos roles, cuando tenemos sesiones sobre las angustias, normalmente podemos contar con que nuestro o nuestra escucha estará de nuestra parte y podemos hacer uso de la sesión aunque esa o ese escucha no sea muy hábil como tal.
Si trabajamos sobre el extremo opresor de nuestras angustias, quizá debamos por ejemplo trabajar el sentirnos superiores a otra gente. Entonces ¿esperamos que nuestros y nuestras escuchas estén de nuestro lado? No, porque en general se restimulan con ese material. No se ponen automáticamente de nuestro lado. Es más difícil encontrar una o un escucha con quien trabajar sobre nuestro material opresor y esto es parte de porqué ha sido más difícil para nosotras y nosotros trabajar en esto. Para estas sesiones necesitamos a una o un escucha que piense en nosotras y nosotros y en nuestras angustias, y que no simplemente simpatice.
La primera vez que a muchas y muchos se nos expuso al racismo fue en el rol de testigos que sentían miedo e impotencia –como niña o niño que ve a una persona adulta perdida en sus angustias. Cuando nos hacemos o nos hacen daño, todos los roles de la experiencia dolorosa se convierten en parte de la grabación, y el rol que más tarde actuamos no es siempre aquel que tuvimos en la experiencia dolorosa. Podemos haber sido la diana o quien observó con miedo, pero si ahora somos la persona que es más poderosa (en términos sociales) en una situación concreta que sea restimulante, podemos actuar el rol opresor. Sin embargo, aunque actuemos este último rol, a menudo nos sentimos víctimas. Las personas que actúan opresivamente sienten a menudo como que están luchando por sus vidas. Y, por supuesto, en mitad de la angustia son poco conscientes de lo que están haciendo; solo después tienen alguna idea de cómo se han comportado. Por esta falta de consciencia, y por los sentimientos de ser víctima, la mayoría de las Comunidades han sido lentas a la hora de trabajar sobre el racismo.
Hagamos una mini-sesión –gente blanca con gente blanca. Hay muchos lugares donde mirar: tus primeras memorias de personas diferentes de ti, tu primera memoria como testigo de alguien que actuó racistamente. Si ésta es un área de gran confusión o desánimo para ti, entonces puedes simplemente mirar a tu escucha y decir “no sé qué hacer sobre el racismo”. Solo di esto de vez en cuando y observa qué pasa por tu mente.
Traducción: Sonia Niño (País Vasco, marzo 2007)
"White People Discharging on Racism," Present Time No. 146, p. 3
[1] Material significa angustia.