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Diane Shisk

 

Harvey sobre teoría básica

De una charla de Harvey Jackins en Buck Creek II, (Washington, Estados Unidos), en julio de 1971

Me gustaría hablar sobre teoría general. A algunas y algunos de quienes estáis aquí nunca os explicaron la teoría. El resto habéis tenido ya cierta experiencia, pero nunca hace daño volver a echar un vistazo a lo que estamos haciendo.

Por pura casualidad, este grupo de personas ha tropezado con un modo práctico de hacer una de las cosas que la gente ha necesitado hacer a lo largo de toda su existencia como tal − el proceso de recuperarse de los efectos de las angustias. Llamamos a nuestra explicación de tal proceso de recuperación Reevaluación por la Co-Escucha.

No es nada que hayamos inventado nosotras y nosotros. Por fortuna y de manera parcial, redescubrimos lo que ha estado todo el tiempo bajo la superficie de la capacidad humana, funcionando siempre hasta el punto en que el condicionamiento cultural se lo permitía.

Al parecer, los seres humanos evolucionaron hasta el extremo en que los procesos evaluadores ordinarios se hicieron lo suficientemente complejos como para dominar la conducta del individuo, lo cual supuso la aparición del algunas especies humanas. Es muy probable que en un mayor lapso de tiempo esto mismo ocurra a otras especies. Desde luego, ya tenemos evidentes indicios de que algunos de los grandes calamares y los pulpos están desarrollando los comienzos de lo que conocemos como inteligencia. Un pulpo construirá un pequeño jardín con latas y rocas blancas, disponiéndolo de manera geométrica alrededor de su guarida, lo cual nos sugiere que algo está ocurriendo. Algunos calamares no han sido bien estudiados porque son demasiado inteligentes como para dejarse capturar. Por casualidad, uno salió en una red echada por otro motivo y la persona que observó el hecho informó que en el mismo momento en que se metió al calamar en el acuario, éste golpeó con rapidez cada uno de los cuatro lados, lo intentó por el fondo e inmediatamente después trató de hacerlo por la parte de arriba. No repitió ningún otro movimiento al azar. (Y claro que murió cuando golpeó la superficie del barco oceanográfico).

Por supuesto, tenemos evidencia de que se desarrolló inteligencia en ciertas especies relacionadas con la nuestra −especies que se extinguieron o quizá se mezclaron para convertirse en parte de nuestros antepasados. En la actualidad, esta capacidad de comparar y contrastar información para crear nuevas respuestas es casi, si no en su totalidad, monopolio de nuestra especie. Que tal es nuestro modo predominante e inherente de funcionar con respecto al medio que nos rodea ha sido oscurecido desde el principio por el fenómeno de los patrones de angustia grabados al que ha sido vulnerable. Desde el momento en que esta inteligencia funcionó en el ser humano, fue también dañada muy pronto en la vida de cada individuo. Las grabaciones de angustia, que parecen funcionar de manera muy similar a las conductas instintivas de los animales prehumanos, han suplantado, encostrado y obstruido nuestra inteligencia, dando la apariencia de ser el modo predominante de funcionamiento de los seres humanos.

SOCIEDAD HUMANA 

La formación de la sociedad humana fue la evolución de procesos ciegos que tenían como valor la supervivencia. En la sociedad esclava, los seres humanos ganaron al trabajar juntos, a pesar incluso de que la mayoría de la gente fuera esclava y sólo algunos pocos propietarios de esclavos y sus sacerdotes tuvieran alguna libertad de iniciativa. A pesar de la explotación, tuvo lugar un gran progreso para la especie en su conjunto. Hubo motivos para tener una sociedad.

Hubo un mayor motivo para tener una sociedad un poco mejor, un poco más libre, cuando los barones feudales derrocaron a los propietarios de esclavos y esclavas, convirtiéndose esclavas-os en siervas y siervos. Fue aún más ventajoso tener una sociedad capitalista, lo que ocurrió cuando los y las capitalistas derrocaron a barones feudales,  convirtiéndose siervos y siervas en trabajadores-as asalariados-as, campesinos-as libres o, más tarde, jornaleros. Pero este mismo invento de la sociedad, si bien útil y sin duda necesario, también funcionó durante un largo período de tiempo ocultando la inteligencia individual y libre del ser humano, porque la ejecución de patrones de angustia por la sociedad se convirtió en la herramienta principal para mantener la opresión en que todas las sociedades actuales se basan: la opresión de una mayoría para así proveer ocio a una minoría. El asunto es que estamos, al fin, en el punto en que los seres humanos están obteniendo indicios seguros de su naturaleza innata y, lo más importante, algunos medios seguros para recuperarla.

DESCUBRIMIENTOS PARALELOS

No sé cuántos-as de vosotros-as habéis tenido momentos de la gran emoción que siento cada cierto tiempo por estar por casualidad justo en medio de esta enorme evolución. No hay duda de que tendrá lugar en este período histórico, aún incluso si Co-Escucha nunca hubiese existido, porque todo el mundo está llegando a la barrera en todo el planeta. Se está atacando esta barrera de ignorancia. Están brotando movimientos sociales en los que la gente intenta comunicarse y encontrar su verdadera naturaleza como humanos. Hay muchas formas. En la República Popular de China, se organizan para sentarse en largas sesiones para conversar. Sea donde sea que trabajes, tienes que participar en un grupo para hablar y pensar. Hay preciosos informes de tales hechos. Tenemos algún conocimiento que podrían usar en China, referido al valorarse en vez de criticarse, que mejoraría mucho esos grupos, pero las señales indican que, al fin y al cabo, una gran cantidad de desahogo tiene lugar y que consiguen un gran sentimiento de cercanía y cooperación. Podemos estar contentas y contentos porque 750 millones de personas estén haciendo esto a la vez.

A pesar de la consecución de todo ello, parece que, por una serie de casualidades, nosotras y nosotros tenemos la imagen más clara de lo que está pasando. En estos años últimos, no sólo se ha dado una gran extensión de las Comunidades de Co-Escucha, sino también el surgimiento de las ideas del Proceso de Reevaluación en toda la literatura psicológica, que han sido transmitidas de boca en boca, al empezar a participar psicólogas y psicólogos.

EL PROCESO DE RECUPERACIÓN

Echemos un vistazo a los elementos de este proceso de recuperación. Implica la capacidad humana inherente para hacer algo a lo que llamamos desahogar. (Me sentiría muy contento si encontráramos un término mejor, pero hasta ahora hemos usado la palabra desahogo). No conocemos lo que es el desahogo con detalle. Sin duda, la fórmula fisiológica compleja que ocurre durante el mismo será descubierta algún día, aunque dudo que sea interesante para algo más que como tema de tesis de postgrado o libro para llenar las estanterías. Sin embargo, sí que tienen lugar profundos procesos fisiológicos cuando una persona llora, tiembla, tiene una rabieta, habla de manera no repetitiva y con interés, bosteza, se estira y se rasca − siendo a menudo acompañados éstos de sudor. Son, sin lugar a dudas, procesos básicos y espontáneos que funcionarían siempre que tuviesen la oportunidad, y así lo hacen, pero que han sido ocultados sólo por el condicionamiento social tan omnipresente en nuestras culturas.

Sabemos que para conseguir que dichos procesos funcionen de nuevo en el individuo al que se ha condicionado en su contra (y no hemos conocido a nadie mayor de un minuto que no haya sido condicionado en su contra de alguna manera), éstos funcionarán bien sólo en presencia de otra inteligencia. Y funcionarán dependiendo del grado en que esa segunda inteligencia esté libre y consciente. Aquí usamos muchos términos imprecisos. Decimos cuánto estás ahí con tu participante; cuánta conciencia, cuánta atención le das. Para tomar nuestro pensamiento con rigor, es importante reconocer que no podemos definir de manera precisa los términos “conciencia”, “atención” o “estar ahí”.

Vamos a encontrarnos con mayores críticas y ataques por parte de las personas que se sienten amenazadas por esto, personas que tienen un gran interés emocional en su educación y sus propias disciplinas. Quiero dejar claro que éstos son términos sin definir. Queremos tener un poco más de lógica que las personas que nos critiquen. Es cierto que no pueden definir sus propios términos. Adoptaron muchos de ellos sin pensarlo en su época de estudiantes o algo parecido. No han reconocido lo que la gente de las matemáticas y la lógica conoce: debes empezar con algunos términos indefinidos. Así que quiero que tengamos claro que no intentaremos definir con precisión lo que es la conciencia, la atención o estar ahí. Son éstos términos indefinidos. Todo el mundo sabe lo que queremos decir una vez que lo ha experimentado. Sabes cuándo está de verdad contigo una persona. O ya sabes lo que queremos decir o, de otro modo, no lo sabes.

Es exactamente lo mismo que cuando quien ha estudiado geometría proyectiva dice que existe el punto y la línea. Nadie sabe qué es un punto. Es un término indefinido. Pero dada una serie de puntos, podemos llamarla línea. Si no sabes lo que es tener atención libre, ten una sesión y lo descubrirás. Estamos sobre terreno firme en esto. Somos más inteligentes que quienes critican.

El proceso básico depende de cuánto recurso (otro término indefinido) puedan reunir dos personas. Aún cuando la o el escucha no tenga mucha atención, la o el participante podrá hacer un trabajo bastante bueno si tiene mucha atención libre. Decimos a las y los estudiantes que caen en patrones de quejarse porque no pueden obtener buena co-escucha que, si toman una dirección correcta, pueden usar una valla por escucha. La mayoría hemos tenido esta experiencia, ¿no? Usamos nuestro espejo o el volante del coche. Golpeamos el volante y decimos “Menganito no va a desanimarme de esa manera. Se lo voy a decir”, y vamos y le decimos, sudando un buen rato mientras conducimos.

En el fondo sabemos que esto es algo que la gente hace para sanar, para recuperarse. No es algo que la o el escucha haga a o para la-el participante. La o el participante hace el noventa y ocho por ciento de todo lo que ocurre. Tiene una enorme inteligencia y un completo contacto con la situación sobre la que necesita trabajar. La o el escucha no puede pensar lo suficientemente bien como para reemplazar a su participante. La o el escucha hace el dos por ciento, pero este dos por ciento es crucial. Es importante para el proceso poner ese dos por ciento en la mezcla cada cierto tiempo.

Durante los primeros años pensábamos que la intervención de la o el escucha debía estar siempre presente y teníamos razones para pensarlo. Nuestras-os participantes desahogaban durante una sesión, pero al terminarla, en especial cuando habían estado trabajando sobre patrones crónicos, caían de nuevo en la angustia. Empezábamos de nuevo la sesión siguiente − empujándoles cuesta arriba, intentando lograr que algo ocurriera. Al fin, conseguíamos que desahogaran, lo que hacían por un rato, pero al terminar la sesión, su atención y conducta volvían a ser dominados por la angustia. Esto ocurrió varios años antes de que algunas pocas personas nos dijeran en confianza que nos habían estado “haciendo trampas” debido al alto precio de co-escucha. Seguían desahogando por su cuenta entre sesiones. Al principio nos preguntábamos si habría servido, pero descubrimos que funcionó de maravilla. Al darle una pequeña dirección  y un empujoncito en esa correcta dirección de vez en cuando, la gente podía seguir desahogando entre sesiones, llegando al punto, al menos unos pocos cientos de nosotros-as en nuestras Comunidades, de tener el desahogo como un hecho diario en su vida. No se nos pasaría por la mente pasar el día sin tener algún tipo de desahogo; si no otros, repetir frases en voz alta y bostezar − al decir, por ejemplo, “todo está bien”.

Traductor: Emilen Castro Oteo
País Vasco,  diciembre 2004

 


Last modified: 2023-10-18 09:18:12+00