Impresiones de un Taller de Líderes Chicanos y Chicanas
Durante el fin de semana del 30 de mayo al 2 de junio, asistí a un Taller de líderes chicanos y chicanas en Santa Fe, Nuevo México, EEUU. El taller estuvo liderado por Lorenzo García, Persona de Referencia Internacional para chicanos y chicanas.
Entre lo más sobresaliente se incluye:
Lorenzo nos hizo trabajar sobre nuestra proximidad o nuestra distancia de México. Formamos grupos de apoyo sobre la base de nuestra cercanía a ese país. Esto nos ayudó a algunas personas a sacar sentimientos sobre ser inmigrantes o hijos/as de inmigrantes. Tener que escoger entre reunirnos con mexicanos/as o chicanos/as también despertó angustias a tener en cuenta. María Franco presentó un análisis de la política de inmigración en los Estados Unidos y en México: un “tira y afloja” histórico. El estado capitalista de los EEUU se preocupa de asegurar un flujo de mano de obra barata cuando la economía lo requiere y luego echa a la gente fuera cuando los sentimientos de protección de lo autóctono –“indigenismo”-o de xenofobia se apoderan de la gente blanca. El estado mexicano utiliza la inmigración como una válvula de escape cuando la clase trabajadora se organiza para el cambio social.
Compartimos historias de la tremenda pérdida que las personas inmigrantes experimentan. La ruptura de las familias, la pérdida de la comunidad, la destrucción de las ilusiones y el fin de los lazos con la patria nativa fueron algunas de las experiencias desgarradoras que contemplamos.
María nos recordó la perspectiva indígena. Esta tierra, Aztlán, es un todo continuo. Las fronteras impuestas por las gentes europeas no son nada más que falsas barreras que dividen un solo pueblo. Como consecuencia de los “ciclos de conquista”, somos un pueblo moreno destribalizado que hemos perdido en gran medida nuestras lenguas nativas pero no nuestro corazón y nuestra alma, nuestra cultura y tradiciones, nuestra humanidad.
Una buena parte del taller se dedicó a realizar actividades físicas al tiempo que recibíamos atención. Esta resultó ser una excelente contradicción a la impotencia promovida por el estilo de vida sedentario de la sociedad. Especialmente para aquellos/ as de nosotros de mediana edad, la falta de movimiento y una gama limitada de desafíos físicos traen consigo enfermedades que pudieran ser prevenidas y que nos hacen sucumbir a muchos/as antes de tiempo. Algunos/as de nuestros líderes han muerto a una edad relativamente temprana debido a esto. No tenemos la culpa: es un resultado de la opresión sistemática.
Creo que los desafíos físicos empujaron a todo el mundo, aunque sólo fuera a trabajar sobre temores y sentimientos de frustración. Logramos muy buenas sesiones tirándonos por el tobogán acuático. Todavía puedo recordar los gritos y chillidos de los/las co-escuchas al caer.
Jugué por primera vez en mi vida al racquetball con Amparo Vigil (que era nuestra instructora) y con Catalina Vallejos- Bartlett, e hice un excelente y energético partido con Sparky Griego. Probé las pesas por primera vez en años con la ayuda de Martin Lamarque y de Sparky. Me sentí satisfecho de mí mismo.
Pienso que fue una buena idea organizar una parte del taller dedicado a las angustias relacionadas con la escritura. Joanna Ramírez y Ezequiel Orrantia hicieron un trabajo excelente al organizar pequeños grupos de desahogo frente a ordenadores portátiles y cuadernos para escribir. Resultó útil para sacar angustias sobre el aprendizaje, la comunicación de los propios pensamientos y sobre ser poderoso/a. Descubrimos que es útil tener la cariñosa atención de otras personas para empujarnos sobre nuestros sentimientos de que escribir es una aventura inútil, que lo que tenemos que decir al mundo no tiene importancia.
Para compartir mi cultura recité de memoria un poema escrito por el revolucionario salvadoreño Roque Dalton –una oda a su pueblo- y hablé de participar en una carrera internacional con relevos de antorcha desde la ciudad de México a la ciudad de Nueva York. También logré sentir lo que me salía al traducir entre el inglés y el español (con frecuencia se me puso en esa situación de niño, teniendo que tratar con personas adultas de origen Anglo-americano en situaciones opresivas.)
Por último, para un chicano como yo, que ahora vive en la costa este de los Estados Unidos, fue maravilloso volver a visitar la tierra que amo, Nuevo México*, y respirar el dulce aire de las altas tierras, absorber los maravillosos paisajes y cielos, y estar entre la gente indígena-chicana-mexicana otra vez. Incluso tuve una oportunidad de recordar el pasado con algunos/as Co-escuchas de largo recorrido que fueron pioneros en la práctica del Proceso de Reevaluación.
Andrés Mares Muro
Washington, D.C., USA
“Impressions of a Chicano/a Leaders’ Workshop”, Mares Muro, Andres, Present Time No.133 (Vol. 35 No. 4) October 2003, p 45.
Traducido por Isabel Flores Seijas, España, Noviembre 2003
* Se refiere al estado de Nuevo México, en el suroeste de los Estados Unidos.